sábado, 1 de diciembre de 2012



¿Qué es realmente el desengaño?



1. m. Conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba.

2. m. Efecto de ese conocimiento en el ánimo.

3. m. Palabra, juicio o expresión que se dice a alguien echándole en cara alguna falta.

4. m. pl. Lecciones recibidas por experiencias amargas.

Yo diría que mayormente el desengaño es sólo desilusión, que a uno logran engañarlo es haciendo uso de la ilusión y generalmente cuando ésta se muere comenzamos a ver con claridad las cosas, otra veces simplemente llega la verdad de golpe y mata la ilusión de un tiro directo al corazón para una muerte en seco.




En definitiva no se puede negar que el desengaño duele, al principio siente como un golpe seco que te deja sin aliento, luego duele en cada milímetro pero ¿es esto negativo? no lo creo, el desengaño es la liberación, es alcanzar un poquito de eso que se ha buscado incasablemente desde tiempos ancestrales, es alcanzar un poquito de aquello sobre lo que tanto disertaban los filósofos: la verdad.




Cuesta un poquito aprender de esto, cuesta aceptar que no será último, y probablemente no ha sido el primero, pero siempre a la larga uno termina agradeciendo porque sabe que se libró de vivir encadenado a una mentira.




Pero también existe el desengaño a cuenta gotas, pasas una primera etapa donde se le ve un descosido al telón que sirve para recrear la farsa, allí puedes decidir parar en seco la obra y desenmascarar a los actores o seguir viendo un poquito más a ver si vale la pena porque a veces el descosido lo justificas, no te parece nada grave y tomas el riesgo de seguir de espectador y de repente ¡ZAS! cae el telón y ves que detrás hay un gran cerro de MIERDA (primera vez que digo una palabrota en mi blog pero es que la emoción lo amerita porque si no, no se transmite como es jeje) y yo no sé por qué pero les aseguro que no duele, ya habías tenido tiempo de prepararte para una gran cochinada y dices: !ah bueno sí, realmente detrás de todo no había sino más MIERDA", abandonas el teatro pero eso sí, guardas en un cofrecito el boletito de entrada, porque es que eso te hace recordar no a entrar a un montaje similar.

Supongo entonces que así como cada cabeza es un mundo, a cada persona le ha tocado vivir distintos desengaños, lo han afrontado de diferentes maneras o incluso han sido culpables de cometerlos.